domingo, abril 23, 2006

Los peligros de los consejos

Todos tenemos la tendencia natural a hacer apología de nuestros gustos y preferencias. Desde el amigo bienintencionado que nos intenta convencer de que leamos determinado libro, o de que no nos perdamos tal o cual película, al hijo de puta de bacaladero que se pasea con la ventalla abierta y el brazo colgando, obligándonos a disfrutar con el ruido que hacen sus dos neuronas al chocar, amplificado hasta el infinito.
Es un error en el que todos caemos y que no lo podemos eludir, es como la ley de la gravedad, no hay nada que hacer.
Yo, para ser coherente con mis propias ideas caí en el, y hace unos días convencí a mi amigo Luis de que viese la serie de House.
Cundo la siguiente semana le pregunte si la había visto, esta fue la respuesta:

_ ¡Chico calla!, me pone malo, casualmente fui a ver un capítulo en el que al paciente le pasaba lo mismo que a mi.
- (Cara de ¡amos no me jodas!, por mi parte)
- Si, “Piloromenigits renal caucásica”. Que me lo ha dicho el médico.


Se supone que las series están hechas para que cada uno se sienta identificado con un personaje cuyo carácter y comportamientos le sean mas afines.

Moraleja.

Tengan la precaución de no recomendar:

- Las series de policías a los amigos delincuentes.
- Las películas de vaqueros a los amigos indios.
- Y las series de médicos a los amigos hipocondríacos.

San Jordi

Hoy es el día de San Jorge, y se celebra el dia del libro y el patrón de Cataluña.
Esta mañana cabalgata con dragones para los niños. -No se lo que tienen los dinosaurios y los dragones, pero les gustan-
Por el paseo los libros salen a buscar lectores, o por lo menos compradores.
Los zaragozanos que no viven en el quinto coño y han podido venir hasta el centro, se agolpan en las mesas de los libreros llevados por el espíritu de las rebajas y compran un libro que habla de su pueblo.
En la caseta de la Expo 2008 Fluvi se retrata con con un niño de tez andina.

Todos estos actos se celebran casualmente en el Paseo de la Independencia, que enlaza la plaza de España y la Plaza de Aragón, pero salvo por esta sutil coincidencia como en Aragón todo va de maravilla y nadamos en la ambulancia, no hay nada que revindicar salvo nuestra adhesión inquebrantable con Madrid.

- Anda, pásame el Marca.