Acabo de ver un capítulo de House y leo este post en el blog de El Huevo.
Vendo una pierna, (menos la de enmedio) por escribir así.
"De Felicidad Incomoda
La gente feliz me incomoda.Pero tengo que ser mas preciso en aras de la exactitud y para evitar posibles confusiones, especifico: La gente feliz enamorada me incomoda.Y esto no tiene nada que ver —como seguramente muchos simios cortos de miras y con una predisposición ridículamente maniqueísta a dividir las cosas en elementos simplistas con los que puedan lidiar, están pensando— con amargura, frustración o incluso, Buba me libre!, envidia.
Se trata sencillamente de una observación subjetiva. Subjetiva pero sincera.
El problema que veo en esa gente es que están viviendo en una farsa. Si, una farsa que construyeron tan minuciosamente que incluso ellos mismos terminan creyéndosela.
Con esto no quiero decir que no crea en la felicidad, por supuesto que si. En lo que no creo es en ese remedo pusilánime de felicidad que muchas personas creen encontrar en alguien mas.
Porque ahí reside el problema; en encontrar en alguien mas lo que debería residir en nosotros mismos. ¿Que clase de persona vive hundida en la mierda —anímica, if you wish— esperando que sea alguien mas el que traiga consigo la lejía que ha de quitarle toda esa podredumbre de encima?
Les tengo noticias; la vida es una mierda. Pero eso no debe impedir que la pasemos bien. Podemos sacudirnos la mengambrea y alcanzar la felicidad, la única felicidad valida y real; la que nosotros generamos, no la que —supliendo fallas importantísimas de carácter y personalidad— nos trae alguien mas.Es por eso que cuando escuchemos a alguien decir "Mi vida era un abismo gris, pero tu le has traído luz" o alguna barbaridad semejante, debemos salir corriendo tan rápido como podamos, porque esa persona no ha salido de ese hoyo, ahí sigue y ahí seguirá, por mas luz que crea tener y —peor aun— se sienta en obligación de compartir con los demás.
En realidad esto no tendría importancia si esas personas pudieran lidiar con los dos extremos del espectro anímico. Pero no. Es por eso que me incomodan. Cuando los veo sonrientes, radiantes, cursis y deslumbrantemente felices por tener a su lado a alguien igual de equivocado que ellos, solo puedo pensar en como van estar llorando, arrastrándose desechos, implorando por una razón que mitigue el dolor que ellos solos provocaron al buscar en alguien mas lo que solo uno mismo puede proveer; cuando el amor eterno se les acabe y un día encuentren que la persona que los hacia mas felices que un puerco en un estercolero decidió cargarle sus carencias y esperanzas a otro discapacitado emocional, para así seguir con el circulo vicioso.
Si, algunos podrán decir que se tiene que disfrutar mientras dura. Esta bien. Yo digo que no hay necesidad de disfrutar de eso mientras dura. Los árboles no los dejan ver el bosque: ¿Porque algo dentro de nosotros debe terminar? El día que entiendan eso dejaran de buscar la felicidad en otras personas y serán realmente felices, al tiempo que dejan de hacer alarde ante el mundo de algo que a todas luces es una patraña molesta y burda.
Carajo, definan sus prioridades; una persona puede complementar cosas que ya existen en nosotros, no suplir con camelos y palabras huecas algo que nunca ha estado ahí. ¿Nunca se han preguntado porque la gente enamorada que parece tan feliz un día, al otro esta en un abismo? Es obvio; porque debajo no tenían nada que las sostuvieran; simplemente, cayeron toda la altura de la mentira que se habían creado, hasta alcanzar la altura que tenían desde un principio. Es ahí cuando se ve la verdadera estatura de una persona; hay quienes aun pueden vernos desde arriba, pero son raros, casi todos son pigmeos que tienen que levantar la cabeza incluso para mirar hacia abajo.Por eso la gente feliz me incomoda.
Yo.
martes, marzo 28, 2006
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4 comentarios:
Coincido contigo, yo también daría una pierna tuya, (incluso la del medio) por escribir, y razonar, así.
Huevo sugirió hace tiempo la posibilidad de crear una religión propia, parece que comienza a tener acólitos.
¿le has hecho el trackback?
De Felicidad Incómoda
¿qué harás con una pierna vendada?
No creo que ni tu ni mucho menos yo, lleguemos nunca a escribir como ese cabrón.
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